martes, 24 de diciembre de 2013

BOLIVIA, SEGUNDA Y ÚLTIMA PARTE



La Casa de la Moneda (Potosí)

Con Isabel

Posando para la foto...

Leitmotiv en Bolivia

José Carlos con la bandera del equipo de sus amores...

Desayunando en el hotel "Luna Salada" en Uyuni

El hotel de sal

Salar de Uyuni

Salar de Uyuni

La Tucson, extensión de José Carlos

Amanecer en la Reserva Eduardo Avaroa

Géiseres

Los flamencos de Laguna Colorada

Tanqueando en Bolivia.. sin comentarios!

Paisaje lunar

Y la "máquina" se portó a la altura!!

El zorro domesticado de la guardia boliviana

Y llegamos a Chile...


Los géiseres al amanecer

Hoy es 24 de diciembre y en unas cuantas horas nos reuniremos con Pablo, Susana y Clarita para celebrar Navidad. Ayer salimos de Bolivia vía Chile. La verdad es que me sentí aliviada de salir de ese país. Creo que el impasse del primer día en Desaguadero marcó en gran parte la visita a Bolivia. Al salir de La Paz, viajamos por muy buenas carreteras (eso hay que decirlo) hasta Oruro, una ciudad pequeña donde nos topamos con un levantamiento popular por el costo del boleto de autobús. Al llegar, nos dijeron que la cosa iba para largo… Aterrados, empezamos a buscar salidas de la ciudad y todas estaban cerradas. Al pensar que el pueblo estaba sitiado y que no podríamos salir más de allí me entró una angustia indescriptible ya que en ese momento recordé a la pareja de argentinos que viajaban en Colombia cuando hubo el paro de campesinos al sur del país y que decían que llevaban varios días sin poder continuar su viaje. Empezamos a pensar en estrategias para que nos dejaran pasar; le dije a Jose que les dijera que su mamá estaba muy enferma y que teníamos que seguir el viaje…). En un momento, un hombre le dijo a José Carlos que siguiera al “surubito”… Jose Carlos medio interpretó que se trataba de un carro (Subaru) y salimos corriendo como en una carrera de observación detrás del “surubito”, pasando a toda mecha por en medio del mercado hasta salir a la avenida que nos sacó finalmente del pueblo. Ya más aliviados, continuamos el viaje hasta Potosí, otra ciudad fría de Bolivia, pero muy rica en historia pues fue del Cerro Rico de Potosí de donde se sacó gran cantidad de plata que terminó en Europa en la época de la Colonia. Allí visitamos “La Casa de la Moneda” donde nos explicaron la historia de la ciudad y del acuñamiento de las monedas de plata. Ese día comimos una deliciosa sopa de quinua y llama a la plancha (muy rica!!). En la tarde, viajamos hasta Uyuni (por una autopista maravillosa) adonde llegamos en la tarde y con gran sorpresa de nuevo nos enteramos que si no tanqueábamos el carro en ese momento, al día siguiente (domingo) no tendríamos cómo movernos. Organizamos nuestro tour con Luiggi y nos fuimos a dormir en la posada “El Viajero” (gran experiencia: apagón en la madrugada y ducha de agua helada a 3.600 msnm, léase “metros sobre el nivel del mar”). Al día siguiente, visitamos el salar de Uyuni (más tarde pondré foticos) donde el 14 de enero llegará la carrera de Dakar, y desayunamos en el hotel de sal “Luna Salada”, una experiencia maravillosa no tanto por la comida, sino por el ambiente (paredes, mesas, pisos de sal…). En la tarde viajamos a Villa Mar, un resguardo indígena donde debíamos pasar la noche antes de seguir nuestro viaje hacia el Parque Nacional “Eduardo Avaroa”. Sin embargo, en el camino desértico nos perdimos y llegamos al volcán  Ollagüe, frontera con Chille (si no nos encontramos con un camión varado y preguntamos, hubiéramos entrado a Chile sin darnos cuenta). Apenas llegamos a Villa Mar, tuvimos que tanquear el carro con “pimpina” (Colombia), “bidón” (Uruguay), a media luz y medio escondidos pues los militares tienen prohibido vender gasolina. Dormimos (unas pocas horas) en un albergue indígena y a las 4:10 de la mañana emprendimos nuestra travesía hacia el parque donde a la madrugada veríamos la Laguna Colorada donde viven miles de flamencos, los géiseres, la Laguna Verde y Polke, donde tomaríamos un baño en una piscina de aguas termales a 4.000 msnm. El parque es una reserva natural espectacular… Nos embriagamos de paisajes desérticos, lunares. La soledad era impresionante, un buen lugar para reencontrarse consigo mismo. Al terminar nuestra “aventura” por el desierto, llenos de polvo, nosotros y la Tucson (que se ha portado a la maravilla) finalmente abandonamos Bolivia por la aduana de “Hito Cajón” e ingresamos a Chile por San Pedro de Atacama, pueblito que se encuentra en una planicie impresionante que es el desierto de Atacama. Allí el clima era otro, y el país también! Habíamos salido de un país tercermundista y en espacio de unos minutos, habíamos llegado al primer mundo latinoamericano!!!

sábado, 21 de diciembre de 2013

BOLIVIA, UN SABOR AMARGO...

La impresión a la llegada a un país es determinante para lo que viene después. El jueves de mañana salimos de Puno, ciudad peruana que nos acogió con mucha calidez y buena comida (como siempre en Perú). Teníamos muchas expectativas de llegar a Bolivia. La idea era llegar La Paz a mediodía para pasar la tarde en La Paz (Nuestra Señora de la Paz). José Carlos estaba muy prevenido pues los comentarios en blogs de otros viajeros, eran bastante negativos... La sorpresa fue que sólo tardó diez minutos en ingresar el automóvil, no lo podía creer. Para no dejar el auto solo, él hizo su ingreso al país y salió unos minutos después (entre tanto, un neozelandés salió afuera de la oficina para decirle a su novia que estuviera cerca porque las cosas estaban complicadas…). Cuando me presenté al funcionario de migración, le entregué mi pasaporte, lo ojeó y empezó a pedirme papeles (pasado judicial, vacuna de fiebre amarilla, una invitación de un boliviano o una reserva de hotel y 500 US$ para la estadía). Le dije que no tenía reserva pues llegaba a La Paz a buscar hotel. Me dijo que pasara a hablar con un policía y él me volvió a repetir lo que me había dicho el otro. Fui al auto a traer los papeles que me pedía y por internet hice una reserva en un hotel en La Paz. Cuando llegué a la ventanilla de nuevo, me dijo que le mostrara el dinero a su colega, así lo hice (era la primera vez en mi vida que eso me pasaba… y aunque no me había pedido que me desvistiera, enseguida pensé en los miles de colombianos que deben desnudarse en las fronteras por cuenta de las sospechas de los funcionarios de aduana…). En ese momento, el tipo miró la reserva y me dijo que eso no era una factura, que él tenía que ver una factura cancelada, yo le dije que había pagado con mi tarjeta y que el pago se haría efectivo esa misma tarde. Me dijo que necesitaba una factura cancelada, que las leyes eran esas y que él estaba ahí para hacerlas cumplir. En ese momento, quise abandonar la idea de entrar a Bolivia y cambiar el itinerario… Estamos convencidos con José Carlos que los tipos lo que querían era dinero… José Carlos fue a un hotel en Desaguadero y le pidió al señor que le hiciera una factura y que se la cobrara. En ese momento, Jose dijo que quería acompañarme a la ventanilla. Cuando José Carlos llegó conmigo, el tipo le pidió sus documentos, pienso que si José Carlos no hubiera ingresado al país, no nos hubieran dejado entrar. Finalmente, y ya sin argumentos (aunque trató de decirme que cómo así, que porque le presentaba factura de ese lugar si yo iba a La Paz, a lo cual le respondimos que habíamos cambiado de planes…) tuvo que sellar mi pasaporte y dejarme entrar. No sé si a causa de este incidente no he podido ver nada lindo en Bolivia: La Paz, una ciudad apretada, un tráfico de locos, la gente salvaje en las calles… en fin, espero que Uyuni nos reserve sorpresas y nos cambie las perspectivas. Ya lo veremos….   

jueves, 19 de diciembre de 2013

MACHU PICCHU... LA MONTAÑA VIEJA



De camino a Aguas Calientes

Al ingreso a la Ciudad Perdida de Machu Picchu 

Machu Picchu al amanecer



Una de las tantas vistas panorámicas de los Inkas

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La recompensa al bajar...

Nevados y más nevados al borde del camino
Hoy estamos corriendo para salir finalmente de Bolivia. Los comentarios de Machu Picchu vendrán más adelante.


Imagínense: hoy es 29 de diciembre!! Hace más de 10 días que dejamos Perú y no he escrito nada para ustedes….pero no es porque no haya querido sino por física falta de tiempo!!! Y ahora que estamos en Argentina, a unos 150 km. de Rafaela, Provincia de Santa Fe, en estas largas rectas es que me dispongo a escribir tratando de resumir en una hoja los últimos 10 días. Puedo decir que todo empieza en Cusco, el cual lo dejamos sanos luego de llegar enfermos (personalmente apunado y con gripa) luego de hacerme el vivo en la mañana de Nasca, donde me puse a hablar con Susana por Skype a las 5:00 a.m. en camisetita…. y claro, a mediodía en Puquio estaba advertido y a la tarde, a 4000 msnm, calentando agua para el mate empecé a toser de manera que  a la noche en Chalhuanca estaba liquidado…..tomando ibuprofeno y dolex gripa (muy buenos). Al otro día rematé en Cusco donde llegué a acostarme en el hotel más frío que pude estar en mi vida. Recuerdo mi frase “quisiera estar en casita”. Mónica llevó el carro a buen destino y por eso pudimos seguir viaje… Poco a poco mejoré y pude acompañar a Mónica en un ritmo demoledor en tres días dedicados a Cuzco, valle sagrado y lógicamente MachuPicchu. Qué decir, Cuzco sorprendió por lo rico en historia bien conservada, mucha vida de noche a pesar del insoportable frío a 3600msnm, comimos excelentemente en Chicha de Gastón Acurio, y Cicciolina (competencia directa). Decidimos dejar el auto y contratar excursiones: correcto en el city tour, craso error en valle sagrado, innecesario en Machu Picchu. Por suerte le pasamos la información a Pablo para que no cometa los mismos errores, ya que con movilidad propia uno puede ir en carro inclusive hasta Aguas Calientes. Una reflexión para los peruanos: pongan más guías de sitio en las zonas arqueológicas, promocionen más a los locales que ofrecen llegar a Machu Picchu en carro y dejen que los concesionarios extranjeros del tren compitan como puedan empezando por bajar el precio de ese tren que es un asalto a mano armada!

miércoles, 18 de diciembre de 2013

FAUNA Y ADRENALINA PURA...

El viernes 13 de diciembre estuvimos en Ica y tuvimos un día muy movido... En la mañana, visitamos la Isla Ballestas, reserva natural con una fauna maravillosa... De camino a la isla, se observa la figura de un candelabro en una montaña de arena; al día de hoy, nadie ha podido explicar su origen... En la tarde, estuvimos en las dunas de Huacachina. Hacía rato que no nos divertíamos tanto!!! Lástima que no puedo subir los videos donde aparecemos bajando dunas de hasta 80 metros de recorrido. Un verdadero disfrute!!!
Pingüinos de Humbolt
Lobos marinos




El candelabro

Isla Ballestas

Oasis de Huacachina

Dunas de Ica


Ómar, Gonzalo (compañeros de aventura), Jose y Chuti, el Lobo del Desierto,

Atardecer en las dunas

 

sábado, 14 de diciembre de 2013

NOS APUNAMOS

La puna peruana

Reserva de vicuñas

Comida de la sierra

El Perú andino

4000 y unos metricos más cerca de las estrellas

Allí fue donde nos empezó el soroche...


Hoy es 14 de diciembre de 2013 y hoy celebramos nuestro 26° aniversario de matrimonio!! Estamos en Chalhuanca, a medio camino entre Nasca y Cusco porque ayer, que debíamos llegar a Abancay, nos detuvieron como dos horas por la reparación de una carretera… Ayer recorrimos el Perú profundo. Saliendo de Nasca, la carretera es muy sinuosa, tal vez la más difícil del viaje hasta ahora. Sin embargo, al llegar a lo alto tuvimos la recompensa de ver manadas de vicuñas en un parque protegido. Al llegar a Puquio, el cambio del paisaje y de la gente es evidente. Es un pueblo andino detenido en el tiempo… la radio se escucha en quechua, las mujeres están vestidas con sus trajes típicos (faldas, sombrero y una banda en la espalda donde cargan (las jóvenes, a sus hijos, y las otras, los paquetes). Las casas son en piedra, grises, humildes. Don Salomón, dueño del restaurante “La Estancia”, nos atendió muy bien y comimos comida típica de la sierra: una sopa (con queso, muy sabrosa) y un guisado (yo comí bonito) con camote morado (boñato en Uruguay) y agua de cebada (que no me pareció fea, pero que Jose no quiso probar). Al salir de allí, nos topamos con los trabajos en la carretera que nos retrasaron. Retomamos el camino a las 5 y empezamos a subir la montaña. Nos detuvimos a calentar agua en la puna y empezamos a sentir el frío que no habíamos sentido en todo el viaje. Ya José Carlos había empezado a toser y yo empecé a sentir algo extraño (como que me costaba respirar). Sin embargo, continuamos el viaje y como a las 20:30 llegamos pues a Chalhuanca donde dormimos. Yo no cené pues me sentía mal. La señora me dio un mate de coca y me dijo que eso me iba a ayudar. Jose tampoco se siente bien y dice que hoy le gustaría estar en “su casita”. Hoy seguimos hacia Cusco y estamos un poco preocupados puesto que aunque aquí estamos a 2.700 metros de altitud, en Cusco estaremos un poco más alto y no queremos sentirnos mal. Nunca pensamos que la al1tura nos pudiera molestar así, a nosotros que venimos de las alturas...