jueves, 2 de enero de 2014

COSAS DE UYUNI

Flamencos rosados


Soledades...

El espejo

Mil colores...

Paisaje marciano

Polvo y más polvo luego de 400 kms

Fiel compañera de viaje

Adiós Bolivia!!!

Cuando pa' Chile me voy, cruzando la cordillera...

El hoyo soplador a 4200 msnm

Lava derramada de un volcán extinguido

Qué cerca te veo!!!


Mapa del Salar de Uyuni y de la Reserva Natural Eduardo Avaroa

El viaje a Uyuni prometía ser la porción de aventura total que requería el viaje…. para eso, un 90% lo puso el lugar y el resto nosotros ya que evitamos (no sin temores) seguir el camino de todos los turistas, es decir, contratar excursión con guías y lo que hicimos fue lanzarnos solos… Lo anterior costó varios análisis con Mónica, su decisión de conocer los géiseres, una dosis de estrés y definitivamente Luiggi, un brasilero dueño de Thiago Tours, a quien llegamos por una agencia en Potosí donde entramos de casualidad a informarnos y salimos con un mapa sensacional, el contacto de Luiggi y sobre todo, con una claridad total de lo que debíamos hacer. Antes de salir de Potosí, llamé a Luiggi desde un locutorio y le planteé lo que a esa altura parecía una locura (y en parte lo era): viajar de Uyuni a los géiseres pero por nuestros medios y salir de Bolivia a Argentina por el sur con el fin de evitarnos el retorno al salar, Potosí, Tupiza, Villazón y sobre todo, pasar la frontera entre Bolivia y Argentina entre el 24 y el 25 de diciembre!!  Todo eso requería viajar más de 400 km. por el parque nacional Eduardo Avaroa y en consecuencia, hacer en sólo dos días el recorrido que normalmente ellos hacen en las Land-Cruiser en 3. Luiggi dijo que era difícil, que dependíamos de las lluvias ya que los ríos están creciendo y nos bloquearían, del frío, que necesitaríamos bidones de gasolina, un guía, etc., etc.! Como para desanimarnos… Nos dimos una cita con él a las 5:30 p.m. en su local en el pueblo de Uyuni. Salimos de Potosí; el viaje bueno, muy buena carretera y llegamos a Uyuni a eso de las 6 p.m., pero a cargar gasolina (cola infernal por ser vísperas de domingo) para estar listos al otro día temprano. Como siempre, la gasolina nos la venden a los extranjeros a 9,6 bolivianos por litro frente a 3,7 que pagan los autos con placa local… pero como siempre también el empleado nos la vende a 7 y se queda con el sado de 3,3 porque no hace factura (En Bolivia hay corrupción y todavía están muy lejos de lograr tener una organización empresarial y fiscal que obligue a facturar). Mientras hacíamos la cola, por primera vez usamos el roaming y fue perfecto porque así le avisamos a Luiggi y nos esperó hasta las 20 horas, hora en que llegamos finalmente a su local buscándolo en el polvero del pueblo!
Lo negativo de la conversación telefónica se convirtió en optimismo ya que nos dijo que nos largáramos, que no lleváramos guía, que nos preparáramos eso sí para una jornada de 10 horas en ripio y piedra, en camino de terraplén, y que saliéramos full de gasolina para poder recargar en Villa Mar comprándole a alguien! Que con el GPS y sus indicaciones llegaríamos  bien. Sin entender bien cómo todo podía cambiar en unas horas, con el dato de que la aduana era en un paraje llamado Apacheta y la migración era en otro llamado Hito Cajón, nos dispusimos a comprar provisiones y a acostarnos temprano en un “hotel” con cochera…Caímos en Hotel “El Viajero”!! Todo colombiano que viaje en flota conoce ese nombre de hotel, por lo tanto sobran los comentarios, sin embargo puedo decir que tenía baño privado con calentador Boccherini, pero siempre en un ambiente decorado con portland (cemento) lustrado….La salida quedó para las 5:30 pero un apagón a eso de las 4 nos despertó en la total y fría oscuridad. Yo tenía la máscara del Cipap puesta por lo que casi me ahogo. Así que recurriendo a la linterna que me regaló por segunda vez Juan Pablo y con una luz tenue tomamos la más difícil de todas las decisiones: bañarse con agua helada en Uyuni a 3700 msnm a las 4:30 a.m. Sobrevivimos y salimos previa calentada de agua en la camping  gas para el consabido y salvador mate. Luego de visitar el salar volvimos a Uyuni como a las 10 a.m., pero decidimos cuidar la pobre Tucson que era una salmuera. La mandamos lavar y comenzó el trajinar por gasolina ya que todo estaba cerrado y habíamos gastado más de lo pensado en el salar! Luego de varios intentos un colega de una Toyota nos vendió 20 litros a 8 bolivianos el litro. Y ya completos iniciamos la travesía. Salimos a la 1 p.m. lo que nos daba llegada a Villa Mar a las 11 de la noche….la esperanza era que el de la Toyota decía que podíamos llegar en 3 horas!!! Con muchas sospechas de todo y todos, nos lanzamos a la de Dios, confiando en nuestra suerte y en los dos sleepings Fuma para alta montaña que estaban listos a debutar en el viaje.  Los primeros 120 km. fueron un paseo, la Tucson volaba entre 110 y 120 a unos 4000 msnm en faldeo veloz, en una carretera de tierra sin complicaciones lo que me llevó a decir que Luiggi era un exagerado!! Luego de San Cristóbal, la carretera en vez de empeorar mejoró y a partir de Villa Alota viajábamos muy rápido por lo que yo preguntaba dónde estaban el ripio y las piedras!! Eso hasta llegar al volcán Ollagüe donde encontramos los primeros humanoides que nos confirmaron lo peor: a unos cientos de metros estaba Chile. Nos habíamos equivocado y viajamos hacia el oeste. De más está decir que no existen los carteles y muchas veces salen trochas que de no ser por el GPS uno se equivoca. Miramos el sol y quedaban 2 horas de luz y habíamos hecho 50 km. de más que tocaba desandar. Y lo hicimos y ya al agarrar la trocha correcta empezaron los vados de arroyos desconocidos, la montaña, la piedra, en fin, Luiggi tenía razón. Llegamos a Villa Mar a eso de las 20 y por lo tanto  confirmamos que él era un sabio.
Dormimos en un resguardo indígena muy bueno, compramos gasolina a 7 y tanqueamos (que conste que viajábamos con un bidón de 5 lt., y dos botellas de 2 llenas de repuesto en el auto). A las 3:15 nos despertamos y a las 4 a.m. salimos dirección al sur atrás de dos Land Cruiser que según Mónica nos las había mandado diosito e iban despacio en un camino torturador a 5200msnm…. Amaneció y no puedo más que mostrar fotos que no dicen lo que veíamos!! Una soledad extrema en un lugar único a unas alturas donde la sal y el hielo se confunden. A esa altura la Tucson no caminaba, le faltaba igual que a nosotros el oxígeno pero las Toyotas nos acompañaron hasta el amanecer guiándonos en esas inmensidades! Creo que estuvimos sin duda en el corazón de América!
De aquí en adelante, los géiseres, increíbles, la naturaleza nos amedrentó mostrando todo su poder, las lagunas, las termas, los flamencos, la aduana de Apacheta con el funcionario aburrido que miraba un video porno (que sin querer se le dispara y surge ante nuestros ojos una escena tenaz ante la mirada aterrorizada de él y el silencio nuestro), y al fin, Hito Cajón donde una barrera vieja nos separaba de Chile mientras un zorro andino se paseaba como un perrito por ser la mascota de los aduaneros, y el volcán cónico de libro, el Lincancabur, nos mostró toda su belleza a unos pocos metros…..dos días incomunicados del mundo, de internet, nos habían permitido pasar una linda aventura que recomendamos a Pablo y a todos aquellos que se animen.
San Pedro de Atacama nos recibió luego de la bajada en línea recta más larga que conocimos: 47 km. de descenso recto donde bajamos más de 2000mts, para llegar a la eficiencia y seriedad sin perder la cordialidad de los funcionarios aduaneros y migratorios chilenos.
Argentina nos esperaba. Habíamos logrado el cometido: pasamos  la frontera el 23 y nos íbamos a encontrar con Pablo el 24 en Salta como estaba planeado desde julio.

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